¿CÓMO MEDIR LA MADUREZ EN LAS PERSONAS?
- Karla con K

- 2 ene 2019
- 3 Min. de lectura
Era un día cualquiera y Jefesaury me habia pedido que hiciera (entre otras cosas) una salsa "FREJCA".
De repente llega Jefesaury antes de lo previsto y se incorpora a ayudar con los últimos toques de la comida. Durante el proceso se inicia una conversación que pudo haber sido trivial pero en su defecto detona toda una TRIFULCA FAMILIAR.
Yo preparaba alegremente una dulce limonada cuando Jefesaury, a manera de dictadura, le dice a mi hermano Arturo que él cuidará a Daniel (mi hermano menor) por la tarde.
Ni bien terminó de "comunicar" la orden cuando mi hermano ya estaba contestando que tenía trabajo, cosas que hacer, etc... Jefesaury, inmutable, lo miraba paciente sabiendo bien el as que estaba por usar:
"Pues yo soy tu madre y te estoy ordenando que te hagas cargo de Daniel"
Les juro que todo hubiera quedado en el olvido si a Arturo no se le hubiera encendido esa chispa de rebeldía adolescente que lo armó de inocente e ingenuo valor para responder:
"Pues no puedes contar conmigo como si no tuviera nada que hacer"
OH-MY-GOD.
Fue como decir: MAMA YO PARTICIPE EN EL ATAQUE DE LAS TORRES GEMELAS
¡No que va! Hasta eso hubiera sido mejor.
Ya que esa INSIGNIFICANTE frase fue el detonante de la DISPUTA DEL SIGLO XX DENTRO DE LA DINASTÍA PÉREZ.
Disputa de la cual, cabe aclarar, intentaba pasar desapercibida exprimiendo cada vez más y más limones al tiempo que mantenía mi mente ocupada con aspectos irrelevantes como: 13, 14, 15!! 15 IMANES EN EL REFRIGERADOR!!!, ESTE TRATAMIENTO PARA EL CABELLO NO ES TAN BUENO COMO PARECE, AAYY YA QUIERO QUE SEA NAVIDAD OTRA VEZ..
En eso, ¡BOOM! mi gran nube de pensamientos se vió reventada con lo que tanto yo temía, una TRIFULCA que se expandió hasta..... MI. Porque justo cuando yo pensaba sobre lo deliciosa que me quedaba la limonada, mi madre sólo voltea con aquella mirada penetrante y peculiar para soltar la temible y amenazadora frase de:
(tal vez les suene familiar) “¡¡Y ESTO TAMBIEN VA PARA TI KARLA GABRIELA!!"
¡WooOoOw, ahora ya estaba dentro del regaño!
Ósea, casi me hincó y le digo: SI MADREEEE, CONMIGO ¡SI CUENTAS! ¡NO TENGO VIDA! ¡YO CUIDO A CANGU! jajaja... pero nop, opté por contestar con un tímido e inocente:
(cara de desconcierto) MAMA... PERO, ¿YO QUE HICE?
Jefesaury, un tanto desesperada al verse acorralada, voltea a todas partes y solo logra ver la seudo-salsa que no había terminado de preparar (solo era tomate y cebolla picada), la toma en sus pequeñas manos cual tiranosaurio rex y me dice:
(totalmente convencida de que su argumento es bueno y convincente) MIRAA, ¡¡LE FALTA CILANTRO!!
Yo sólo pude poner cara de ¿WHAT? y me quedé inmóvil, (sabiendo lo delicado que podría resultar cualquier movimiento en falso) a lo que mi madre continuó:
¡¡¡SIII, ESO SOLO MUESTRA INMADUREZ!!!
Ok mamá….. mmmm…. No quisiera discutir dicha teoría de pensamiento pero, ¿Cómo funciona? ¿Una salsa sin cilantro puede decir que tan madura o inmadura soy? ¿Que sigue? Si no le pongo cebolla ¿Qué no tengo? ¿DIGNIDAD?
¡Jajaja!
Pero bueno, ya saben y ahora juzguen por ustedes mismos…
Yo, por lo pronto, cuando conozco a alguien lo pongo a hacer salsa.
Incluso trabajo en postular dicha dinámica en todos y cada uno de los departamentos de Recursos Humanos de la ciudad. Creo que sería un buen criterio de contratación y enfrentémoslo, alguien tiene que decirle a esos millenials que no pueden ir por la vida sin andarle poniendo cilantro a los cosas.




Karla, leí los cuentos: El niño que una vez ladró y Como medir la madurez de las personas. Me gustaron sobre todo por tu forma tan coloquial de escribir. Quizá faltó un poco de corrección de estilo, pero se captan muy bien los mensajes que quieres transmitir. Seguimos en contacto. Gracias